Ah, sí… Fue algo de de lo que jamás pude decir nada, hasta hoy. Él no recordaba dónde había puesto finalmente las latas con todos esos rollos y seguramente pensó que era porque las había escondido muy bien, a salvo de cualquier intruso o mirada desvergonzada. Lo cierto es que siempre las tuve yo. Siempre. Desde cuando ayudaba en la cabina de proyección, siendo yo muy chico. Entonces, tú ni nacías, seguramente.
(Sé que puedo contar contigo en eso de no decírselo a nadie. No preciso decirte que siempre soñé que todos esos, tus besos, eran sólo para mí, ni preciso sentir tus hombros levantarse con el hipo de un sollozo o dejar caer lágrimas tu lado, tomándote de las manos. Soy feliz estando solos aquí, los dos, en esta oscuridad de écran y plata. Sólo tus besos y yo.)
Fíjate que nunca se lo dije a nadie, Noelia. Hasta hoy.
Mira…
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(Sé que puedo contar contigo en eso de no decírselo a nadie. No preciso decirte que siempre soñé que todos esos, tus besos, eran sólo para mí, ni preciso sentir tus hombros levantarse con el hipo de un sollozo o dejar caer lágrimas tu lado, tomándote de las manos. Soy feliz estando solos aquí, los dos, en esta oscuridad de écran y plata. Sólo tus besos y yo.)
Fíjate que nunca se lo dije a nadie, Noelia. Hasta hoy.
Mira…
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2 comentarios:
Confieso que en la oscuridad del cine, me he emocionado hasta las lágrimas solo dos veces (el final de It´s a Wonderful Life no cuenta por que la vi en TV): cuando se murió la mamá de Bambi y este final de Cinema Paradiso...
Respecto a las lineas arriba del clip...la verdad ahora no recuerdo que decian.
mmm, que ricos besos...moriría por todos y cada uno de ellos.
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