Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro.
Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro.
Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
martes, diciembre 12, 2006
1,2,3, 4, 5,..., 17, 18, 19, 20.
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1 comentario:
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
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