viernes, diciembre 01, 2006

À Monsieur De Bergerac, Our Heroe

La última escena, la que oprime el corazón y a veces hace llorar:
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Cyrano: [está hablando, se cae, Roxana le .ayuda] Me pondré bien en seguida, dejadme.
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Roxana: [sosteniéndolo] Venid.
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Cyrano: Es mi vieja herida de Arrás que, a veces, ya sabéis...
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Roxana: Me habéis asustado.
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Cyrano: No, no es nada. Pronto acabará el dolor. [Se sienta] Ya. Ha acabado.
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Roxana: Los dos llevamos una herida. Yo tengo la mía. [Se acerca la mano al pecho] Siempre viva. La siento en mi pecho cada día. El papel sigue conservando aquel encanto con manchas de su sangre y de su llanto.
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Cyrano: Su carta. [Ella la guarda cerca del corazón] Permitidme que vuestra herida comparta. ¿Me la dejáis leer?
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Roxana: [sorprendida] ¡Oh! ¿Queréis su carta?
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Cyrano: Sí. La quiero hoy.
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Roxana: [Se la da] Tomad.
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Cyrano: ¿La puedo abrir?
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Roxana: Abridla, leed.
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Cyrano: [comienza a leer en voz alta mientras Roxana se da la vuelta y se aleja unos metros] “Roxana, adiós. Voy a morir.”
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Roxana: En voz alta.
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Cyrano: “Quizá sea esta noche, tesoro amado, tengo el alma hita de amor aún no expresado. Y moriré. Jamás, jamás vuestros ojos veré. Aquellas miradas que...
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Roxana: [El plano sólo la recoge a ella, sigue de espaldas, mientras Cyrano lee] ¡Qué bien leéis su carta!
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Cyrano: ...Aquellas miradas que eran de mi alma la única fiesta. Incluso cuando vuestros gestos eran de protesta. Recuerdo uno adorable que os era peculiar, cuando os tocabais la frente y yo quisiera gritar.”
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Roxana: ¡Qué bien leéis su carta!
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Cyrano: “Y grito: ¡Adiós!”
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Roxana: La leéis...
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....................(Continúa en el primer comment)

2 comentarios:

Los hijos negados del Dr. No dijo...

.../

Cyrano: "Mi amor, mi vida, mi tesoro"

Roxana: ...con una voz.

Cyrano: [plano de Cyrano, está leyendo de memoria, sin mirar al papel, pues su estado es crítico] "Mi amor..."

Roxana: [se da la vuelta, lo ve y él no se da cuenta] Con una voz que me trae recuerdos de un modo veloz.

Cyrano: "Mi corazón no os dejará ni un segundo porque soy, y también seré en el otro mundo quien os amó desmesuradamente, aquél que..." [levanta la mirada y la ve]

Roxana: ¿Cómo podéis leer así? Es de noche.

Cyrano: Es de noche.

Roxana: ...

Cyrano: ...

Roxana: ¡Érais vos!

Cyrano: No, no, no...

Roxana: ¡Debí adivinarlo cuando decíais mi nombre!

Cyrano: No, ¡no era yo!.

Roxana: ¡Érais vos!

Cyrano: Os lo juro.

Roxana: Ya veo que sois un generoso perjuro. Las cartas eran vuestras.

Cyrano: No.

Roxana: Las palabras cariñosas eran vuestras.

Cyrano: No.

Roxana: ¡La voz en la noche era vuestra!

Cyrano: Os juro que no.

Roxana: [Se arrodilla, le coge las manos] El alma era la vuestra...

Cyrano: Yo no os quiero.

Roxana: ¡Me amáis!

Cyrano: Era el otro.

Roxana: ¡Me amáis!

Cyrano: No...

Roxana: Os he desenmascarado.

Cyrano: No, amor mío, jamás os he amado. [Ella se levanta casi sin aliento].

Roxana: ¡Cuántas cosas muertas han renacido! Catorce años habéis enmudecido. Esta carta que en mi corazón fue una aleluya llevaba vuestro llanto.

Cyrano: [Le entrega la carta] Así es mi vida, he sido el inventor de todo y el que todo el mundo olvida. [Ella lo abraza] ¿Recordáis la noche en que Christian os hablaba bajo el balcón?... Pues bien, mi voluntad ha sido una esclava / mientras yo estaba abajo, / escondido entre la escoria, / otros subían a recoger el beso de la gloria... [Comienzan a doblar campanas, a lo lejos se ve unas monjas]

Roxana: [Desesperada] ¡Hermanas, hermanas!, ¡venid...!

Cyrano: [Se levanta] No, que recen la novena. / Que ruegen al señor / mientras mi campana suena.

Roxana: [Se da la vuelta, lo abraza, llora] ¡He sido vuestra desgracia! ¡Yo!, ¡yo!

Cyrano: ¿Vos? Al contrario. / Desconocía la dulzura femenina. / Mi madre jamás me encontró guapo. / No tuve hermanas. / Y las mujeres me han hecho bromas inhumanas. / Os debo, al menos, el haber tenido una amiga. / Gracias a vos en mi corazón nació una espiga. /

Roxana: Os amo. Vivid.

Cyrano: Es demasiado tarde, prima. [Se cae, ella lo ayuda a levantarse y él comienza a hablar mirando al cielo, a la luna] Voy a subir allí, / A la luna opalina. / (...) / Filósofo, poeta, / espadachín y dramático, / y músico y también matemático. / Con su nariz y su espada / amó mucho. / (...) / Aquí yace Hércules Savinien / de Cyrano de Bergerac. / (...) / La mentira, la cobardía, / los compromisos... / Ya sé que finalmente conmigo vais a acabar. / No importa. / ¡A luchar, a luchar, a luchar! [Cyrano cae] Sí, todo me lo quitaréis, / El laurel y la rosa, / Lleváoslos, / pero me queda una cosa que me llevo / y esta noche, mientras entre en la casa de Dios, / brillará intensamente mientras diga mi adiós / algo que inmaculado, meteré en un arrullo / y me lo llevaré para siempre. / Y es... [Exhausto, no puede hablar]

Roxana: ¿Qué?, ¿qué es?...

Cyrano: Un inmenso, inmenso orgullo... [Cyrano muere]

Anónimo dijo...

Casi imperceptible. Casi, casi se me pasa. Pero no...
Muy bueno realmente.
Es una linda historia, triste, pero linda.