Bruno, me duele aquí - ha dicho Johnny al cabo de un rato, tocándose el sitio convencional del corazón-. Bruno, ella era como una piedrecita blanca en mi mano. Y yo no soy nada más que un pobre caballo amarillo, y nadie, nadie, limpiará las lágrimas en mis ojos.
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.........."El Perseguidor", Julio Cortázar, 1956.
The pebbles you've arranged
In the sand, they're strange:
They speak to me like constellations.
As we lie here,
There's a magic I can hold.
.....Las piedras que pusiste
.....En la arena, son extrañas:
.....Me hablan como si fueran constelaciones.
.....Mientras yacemos aquí,
.....Hay cierta magia que puedo aprehender.
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.........."Seven Days In Sunny June", 'Dynamite', Jamiroquai. Johnson / J.K., 2005.
Not easy to state the change you made.
If I’m alive now, then I was dead,
Though, like a stone, unbothered by it,
Staying put according to habit. (...)
From stone to cloud, so I ascended.
Now I resemble a sort of god
Floating through the air in my soul-shift
Pure as a pane of ice. It’s a gift.
.....No es fácil explicar los cambios que obraste.
.....Si hoy estoy viva, antes estaba muerta,
.....Así como una piedra, indiferente,
.....Quieta, como dicta la costumbre. (...)
.....Como de piedra a nube, así ascendí,
.....Y hoy parezco una suerte de dios
.....Flotando en el aire según mi alma dicte
.....Pura como un fleco de hielo. Es un don.
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..........“Love Letter”, Sylvia Plath, 1960.
-Es tan feliz -dijo la Maga juntando una piedrita blanca y mirándola por todos lados-. Horacio le quitó la piedra y la lamió. Tenía gusto a sal y a piedra. -Es mía -dijo la Maga, queriendo recuperarla. -Sí, pero mirá qué color tiene cuando está conmigo. Conmigo se ilumina. -Conmigo está más contenta. Dámela, es mía. Se miraron. Oliveira se apoderó de la mano de la Maga y le contó atentamente los dedos. Después colocó la piedra sobre la palma, fue doblando los dedos uno a uno, y encima de todo puso un beso. La Maga vio que había cerrado los ojos y parecía como ausente. "Comediante", pensó enternecida.
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.........."Rayuela", Cap. 108, Julio Cortázar, 1963.
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