Me deja como el bicho que fue a verónica,
Huraño y raspando el albero,
Revoleado el capote de rosas que cubre,
En inacabable curva tu cuerpo, plaza breve.
Mi lengua se reseca, y tú tuerces los talones, casi
Flotando sobre los gritos negros
Que vivan mis atropellos locos.
Me das la espaldas con calzas deseables, fragantes,
Con nalgas ajustadas y plenas,
En traje de luces que me ciega.
Resoplo y bufo (ya sabes de mi deseo):
Chicuelina, molinete, natural, manoletina,
Y siempre embistiendo, obstinado,
La madera fingida, el burladero.
Por conocerte en carne y sangre,
Mojaré tu muleta a cuerpo herido,
Honda, presta, rojamente,
Impuesto al puño frío del estoque,
La vista fija en una tarde
Que sola como yo acaba.
.
. cbg
1 comentario:
Muy bueno!!
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