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me pregunto cómo haré, entonces, cuando mi maestra aparezca hoy y nos pida escribir una composición acerca de las cosas nuevas aprendidas durante el día. caray... hoy me enteré de varias cosas. que vellonera viene de vellón, por ejemplo, que es una palabra con la que en el caribe llamaban a las monedas más chicas. que la madre de somerset maugham murió de tisis. que recuerdo que alguna vez leí un cuento escrito por él, acerca de judas, quien -también me he enterado - fue pelirrojo. que las galletas de la fortuna se originaron en norteamérica, el siglo pasado. ¿qué podría escribir? podría, por ejemplo, inventarme que alguna vez escuché una canción llamada corazón de vellonera, pero ¿sabría ella qué cuerno es una vellonera? ¿acaso sabría que una vellonera, no es más que un jukebox, una de esas máquinas a las que se les pone vellones y uno escoge el disco que quiere oír?. pero no. mi maestra podría pensar que cuando crezca a mi corazón se le podría ocurrir escoger entre uno y otro corazones [b-17] click [s-14] click [d-4] click y fuera a mi discreción absoluta que suene tal o cual cada vez que lo exija. pero no. no soy así, ni quiero serlo. en vez, habría de escribir mejor algo acerca del modo en que la gente busca su destino acudiendo al guiño risueño de los horóscopos y del dineral que podría haber hecho el inventor de las galletas de la fortuna si las hubiera patentado. lógico, cuando leyera esto, mi maestra pensará que, al crecer, seré un chico avispado para los negocios, con un prometedor futuro de riquezas (¡la pobre...!). y si hablara acerca de que judas era pelirrojo, ¿pensaría que tengo pasta de historiador sin saber de la indecible fatiga que me provoca el solo hecho de pensar en las sandalias polvorientas que se usaban en esos tiempos y sobre esas -con toda seguridad- malolientes túnicas? no. historiador creo que tampoco sería y eso lo achaco a alguna de mis incurables alergias. 'cosas que aprendí hoy', pondría de encabezado, y seguiría con "sé mucho acerca de las mujeres, tanto como aquello de que no aprecian ni la ironía, la gravedad o el sarcasmo, pero disfrutan encantadas las historias leves. ésta, por ejemplo, será una historia leve, maestra de primero de primaria. tendrá los elementos que a ud. le gustan para continuar leyendo. le voy contar que hoy aprendí que la madre de somerset maugham murió de tisis a los cuarenta y un años, que es la edad en la que -por regla general- las mujeres recién empiezan a pensar en su propia muerte. edith mary se llamaba, era rubia y le encantaba el olor de los jazmines... ". y cuando mi maestra de primaria se fuera acomodando en el sillón de su sala tras su jornada en el colegio para releer las cosas tan curiosas que se le dan por escribir al chiquito éste, se preguntará si a lo mejor en el pensamiento que tuvo esta mañana a la hora de la ducha sobre lo inminentes que son sus propios cuarenta y uno, algo de galleta de la fortuna también hubo.
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