
Sello Exterior [EVIDENCE: St. of California vs. Junior H. Maddings (Minor Burglary) / FILE: RTr-Set.5.1982. 17th. Hall / EXHIBIT: 136 - 160]
Mahón, Agosto de 1980.
Si hay algo que más me apena ex-ante es que alguna vez nos tengamos que convertir nada más que en un buen recuerdo, Fernanda. Y es que en la atropellada manera en que han ido y han vuelto estas cartas, cerrando tiempos, acordes y distancias, no hacen más que recordarme cuán lejos sigues estando de mí y cuán cerca sólo tengo a las palabras que me obsequia Sinatra para recitártelas como si estuvieras a tiro de piedra /ilegible/ Acabo de componer un disco que no me ha sabido a nada, excepto a tu ausencia. La verdad es que decidí hacerlo como si en realidad estuviera hablándote en la playa en alguna aún no realizada vacación. Fue más fácil cuando puse tu retrato frente a mí y entre tintorettos y dobles on-the-rocks fui afinando las dieciséis canciones que arman el disco. La verdad es que el productor/ilegible/ ... Mía, nos ha bastado este escaso pedazo de vida para enterarnos dolorosamente aquello que tiene que ver con la hora de llegada. Esto lo hemos dicho y escrito tantas veces que sé que entiendes perfectamente a lo que me refiero. El estimated time of arrival que hizo que a lo mejor José Alfredo tuviera razón en eso de que no hay que llegar primero, sino que hay que saber llegar, como previendo aquello de tu araucanote con crin y el no dejar de sentirme celoso porque -a pesar de todo lo fracasado que viene siendo-, él sí supo llegar primero a tu vida. Eso sí, la piadosa mentira de hacerlo putativo nos ha servido bastante bien a los cuatro, crin incluída. /ilegible/ Tomo graciosa nota que me has hecho presente en todos los actos leves y solemnes de tu vida, pese a no estar a la altura de tus abolénguicos y muy salvadoreños apellidazos, de modo que en el próximo cartel de panadería que pintes con ésas, the most charming hands of yours, sabré perfectamente que aún en el más horroroso bollo que puedas chantar allí no habrás dejado de pensar en este peruano. Demás está decir que yo no dejo de pensar en ti ni un solo momento, Colorada, por más que, como te decía al comienzo, me joda tanto el enterarme que algún día sólo vamos a ser un buen recuerdo el uno en el otro.
Te besa,
Juan Manuel Carpio, Cantautor.
Si hay algo que más me apena ex-ante es que alguna vez nos tengamos que convertir nada más que en un buen recuerdo, Fernanda. Y es que en la atropellada manera en que han ido y han vuelto estas cartas, cerrando tiempos, acordes y distancias, no hacen más que recordarme cuán lejos sigues estando de mí y cuán cerca sólo tengo a las palabras que me obsequia Sinatra para recitártelas como si estuvieras a tiro de piedra /ilegible/ Acabo de componer un disco que no me ha sabido a nada, excepto a tu ausencia. La verdad es que decidí hacerlo como si en realidad estuviera hablándote en la playa en alguna aún no realizada vacación. Fue más fácil cuando puse tu retrato frente a mí y entre tintorettos y dobles on-the-rocks fui afinando las dieciséis canciones que arman el disco. La verdad es que el productor/ilegible/ ... Mía, nos ha bastado este escaso pedazo de vida para enterarnos dolorosamente aquello que tiene que ver con la hora de llegada. Esto lo hemos dicho y escrito tantas veces que sé que entiendes perfectamente a lo que me refiero. El estimated time of arrival que hizo que a lo mejor José Alfredo tuviera razón en eso de que no hay que llegar primero, sino que hay que saber llegar, como previendo aquello de tu araucanote con crin y el no dejar de sentirme celoso porque -a pesar de todo lo fracasado que viene siendo-, él sí supo llegar primero a tu vida. Eso sí, la piadosa mentira de hacerlo putativo nos ha servido bastante bien a los cuatro, crin incluída. /ilegible/ Tomo graciosa nota que me has hecho presente en todos los actos leves y solemnes de tu vida, pese a no estar a la altura de tus abolénguicos y muy salvadoreños apellidazos, de modo que en el próximo cartel de panadería que pintes con ésas, the most charming hands of yours, sabré perfectamente que aún en el más horroroso bollo que puedas chantar allí no habrás dejado de pensar en este peruano. Demás está decir que yo no dejo de pensar en ti ni un solo momento, Colorada, por más que, como te decía al comienzo, me joda tanto el enterarme que algún día sólo vamos a ser un buen recuerdo el uno en el otro.
Te besa,
Juan Manuel Carpio, Cantautor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario